A todos los hijos e hijas de Dios, Salud y bendición.
Yo, Tomás Stanislaw Re Gänswein, Cardenal de la Santa Iglesia, con
plena lucidez de mente y en paz con mi Señor Jesucristo, declaro este mi Testamento Espiritual, para que se
cumplan mis últimas voluntades en el ámbito de mi despedida terrena y de mi
herencia espiritual:
Manifiesto mi deseo de que mi velatorio tenga lugar en la Catedral de la Inmaculada Concepción de
María, donde he servido con gratitud y amor pastoral.
Que las horas de vigilia estén iluminadas con el canto de
salmos, cantos gregorianos, encomendando mi alma a la misericordia de Dios.
Solicito que la Misa
exequial sea celebrada en la misma Catedral, siguiendo el rito pontifical,
con la solemnidad propia de un pastor de la Iglesia.
Después de la celebración de la Eucaristía, que mi cuerpo
sea conducido al Mausoleo Sacerdotal del
Cementerio Católico Diocesano, donde reposarán mis restos.
Que mi sepultura sea sencilla, en
señal de humildad, con una lápida que recuerde solamente mi nombre, mi
condición de servidor y una breve inscripción:
“Siervo inútil, hice lo que debía hacer”
(Lc 17,10).
En cuanto a mis efectos personales —libros, vestiduras, enseres litúrgicos,
misiones y recuerdos pastorales— encomiendo a mi sucesor y a los sacerdotes de
la Arquidiócesis la libertad de distribuirlos “como mejor les parezca”,
cuidando que se aprovechen para el servicio de la Iglesia y el bien de los
fieles.
Ruego a todos mis hermanos y
hermanas en el presbiterio y a los fieles de esta Arquidiócesis que ofrezcan
por mí sus oraciones, Misas y obras de caridad.
Imploro que mi trabajo pastoral como
arzobispo alcanzados hasta la fecha sean respetados y conservados en lo
fundamental.
Que la paz de Cristo, que supera todo entendimiento,
permanezca en sus corazones, y que el Espíritu Santo sostenga siempre a esta
Iglesia a la que he amado y servido.
España - Despacho Arzobispal, a 14 de Abril de 2025.
Con mi bendición apostólica,